domingo, 14 de marzo de 2010

Me desperté con un fuerte remezón

Recién llegado de mis vacaciones de verano en la "Ruca del Sur", que ahora es la "casita que construímos", segun mi hijo Vicente. A solo un par de día del colegio y volver al trabajo, faltaban algunas provisiones, utiles, y esas cosas de casa que siempre son necesarias, asi es que fuimos al supermercado Lider, el más grande del sur dicen algunos, ese viernes por la tarde compramos lo necesario y nos regresamos a casa poco antes que cerraran el supermercado. Esa noche, en la madrugada del sábado a las 3:34 nos despertó un fuerte terremoto, el que movía todo, costaba mantenerse de pie. Erna acudió a proteger a Rafael de 2 años y medio quien solo durmió, y yo fui a ver a Vicente de 4 años y medio quien si se despertó si entender que estaba pasando. Fuertes ruidos de la tierra, hacian que esos tres minutos fueran eternos. Luego nos preguntamos si todos estabamos bien, bajamos al patio a oscuras en una noche estrella con luna afortunadamente.

Una rápida inspección de todo, cortar el gas, bajar los switch de energía y cerrar la casa para irnos al campo, que está lejos de algún riesgo de Tsumani. La gente en las calles, la autopista repleta de vehículos saliendo de la ciudad hacia los cerros. Vi algunos automoviles recargados de niños. A pesar de tanto tránsito, el flujo era expedito. Subiendo la cordillera de la costa habian cientos, de vehículos a orilla de camino como esperando que algo pasara luego, lo que tenia que pasar: Un Tsunami.

La carretera estaba transitable, habían algunos derrumbres laterales y algunos baches. El peaje tenía un carril lateral abierto que no estaba cobrando peaje. Que suerte no?

En casa de mis suegros, también había cosas esparcidas por el suelo. Los niños a durmiendo en el auto, porque las fuertes réplicas se sentían a cada momento algunas suaves otras fuertes. Una tremenda incertidumbre de no saber que iba a pasar y el sol que no llegaba en una noche interminable. La Radio Bio Bio, estaba transmitiendo, informando sobre todo lo que tenian a mano, se habia convertido en el único medio de información en la zona... Durante esa mañana fuí a la gasolinera cercana, y que estaba operando con un generador eléctrico, asi es que llené el estanque de bencina aprovechando que con suerte había sacado dinero del cajero automático el dia anterior.

Pasado el medio día regresé a Concepción, ví la carretera con más problemas pero transitable, poco antes de llegar a Concepción ya habían campamentos juntos a la carretera. En la ciudad cercano a las bencineras kilómetros de colas de vehículos esperando por algo de combustible, poco flujo vehicular y todo el mundo con cuidado puesto que no habia semáforos. Revisamos la casa que estaba en perfectas condiciones, recogimos las cosas que se cayeron: libros, Cds, juguetes de los niños, se desplazaron algunos muebles.. y en la cocina se había roto una botella de vino...

Luego fuimos a ver a mi cuñada en Hualpén, y el camino nos fuímos dando cuenta que había sido un gran terremoto. Todos bien gracias a Dios, mi cuñado como siempre exagera las cosas comentaba que el terremoto duro cerca de 20 minutos, je je. Aunque duro casi tres minutos esos minutos fueron los más largos que he tenido en mi vida...

Más tarde y antes del toque de queda nos regresamos al campo, pasando por el centro de la ciudad, y ahí sí hubo terremoto...indescriptible, caótico, triste... salvo por los edificios fracturados nuestras miradas recorrian el suelo cubierto de escombros..

No hay comentarios.: