Desde entonces he tenido que obligadamente hacer mio el lema: "haz lo que te piden hacer y nada mas...". Pero a pesar de mi desgraciada vida laboral, creo poder encontrar luces en el camino que me señalan nuevas motivaciones. Mi ruca en el sur, pero principalmente ver como crecen mis hijos. Mis pequeños niños, Vicente y Rafael, llenan de alegría mi corazón, se parecen tanto y a la vez son tan diferentes, quizas se deba a que por ahora se les nota la diferencia de edad. Vicente corre y salta en el patio, y Rafita gatea por toda la casa.

Este verano 2008 los pude llevar a Molco, un lugar entre Villarrica y Pucón, entre el lago y volcán, rodeado por ríos, y bosque nativo. El lago en verano es muy agradable y refrescante, sus cálidas playas de arena volcánica invitan a refrescarse una y otra vez en las benditas aguas del lago Villarrica. Tuve la suerte de nacer y criarme en ese lugar, gran parte de mi familia esta ahí, mi mamá y mis 3 de mis hermanos, además mis sobrinos...

Sigo con las intenciones de concretar mi cabañita en el sur, y poco a poco se han ido notando los avances.







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